Palabras del Dr. Servio Tulio Castaños Guzmán, Coordinador del Grupo de Trabajo para la Transformación y profesionalización de la Policía Nacional en el Encuentro con organizaciones sociales de la región Sur.
Barahona, 27 de octubre, 2021
Deseamos darle la bienvenida a este Foro Regional con organizaciones de la sociedad de Barahona y la región sur para compartir con ustedes las informaciones del desarrollo de la labor realizada por el Grupo de trabajo para la Transformación y Profesionalización de la Policía Nacional, integrado por 20 hombres y mujeres de la sociedad civil, nombrados mediante el Decreto 211-21 para realizar aportes en áreas específicas hacia ese propósito.
No vamos a hacer un relato extenso de los hechos que condujeron a la conformación del Grupo de Trabajo ni de la labor realizada en estos 6 meses de trabajo ininterrumpidos, pero de seguro ustedes conocen en líneas generales nuestra trayectoria.
Saben que el Grupo se estructuró en subcomisiones en base a los ejes del decreto mencionado, tales como normativa, presupuesto y gestión institucional, educación y estrategias para el cambio, que dieron lugar a una serie de contactos e iniciativas hacia instituciones claves del Estado Dominicano, como son la Cámara de Cuentas y el Ministerio de Administración Pública, para que en el marco de la Ley y la Constitución nos asesoraran en temas de control interno, modificación de la estructura salarial y organizativa del órgano policial.
Con algunas sugerencias y propósitos específicos, a los 100 días de trabajo, el Grupo organizó un acto con el Presidente de la República y de cara al país le presentamos un Diagnóstico serio y objetivo de la situación de la Policía, que estuvo a cargo de UNODOC, la organización de Naciones Unidas líder en el combate del crimen y el delito, con sede en Viena, Austria, a quienes pedimos que, en coordinación con la Policía y con su compañía, buscaran las evidencias de la situación real de ese cuerpo, e hicieran recomendaciones para mejorar sus capacidades, para aumentar su eficiencia y sobre todo, para recuperar la confianza ciudadana en ese órgano, que es imprescindible para la seguridad, para la convivencia pacífica y el desarrollo económico, social y humano de nuestro país.
Luego, en base a ese diagnóstico, dimos un paso más y celebramos el Seminario de intercambio de las buenas prácticas de la reforma policial e invitamos a policías de Colombia, España, Estados Unidos, Canadá, Honduras y Panamá, entre otros, y los juntamos con la plana mayor policial, con todos los directores regionales, los directores de departamentos claves y los oficiales superiores con responsabilidad de mando en la policía, para que intercambiaran sus experiencias y apoyaran este cambio que quieren los diferentes sectores de la sociedad dominicana.
Con los materiales producidos, el Grupo de Trabajo regresó donde el Presidente de la República, quien los sometió a estudio y análisis y en un acto sin precedentes en la historia de la seguridad ciudadana en el país, anunció el pasado domingo 17 de octubre el inició de una nueva etapa en la transformación de la Policía, que significará una gran oportunidad convertir la institución policial en una aliada de la ciudadanía en la lucha contra el crimen, el delito, la inseguridad y todas las formas de violencia que acosan al país.
Las medidas anunciadas por el Presidente de la República, basadas en las recomendaciones del Grupo de Trabajo, nos indican que existe la voluntad de transformación que el país ha esperado por años.
En tal sentido enfatizó la necesidad de cambiar radicalmente el entrenamiento y capacitación policial, que en la actualidad cuenta con 7 institutos que trabajan descoordinados y que no forman adecuadamente a los agentes que salen a las calles a patrullar; en segundo lugar, trabajar en la aprobación de los reglamentos que ordena la ley Orgánica de la Policía Núm. 590-16 y que tienen 5 años pendientes; tercero, restructurar los recursos financieros y presupuestarios de la institución, de forma que se separen los presupuestos administrativo y operacional, para que exista el control y transparencia que se requiere para el trabajo policial y por último, iniciar el proceso de evaluación y posterior depuración de las filas policiales.
Para que tengan una idea de la seriedad con que marcha este proceso, en la última semana se han producido una serie de acciones que indican que esta vez no nos quedaremos en un pronunciamiento general de buenas intenciones y que en el Estado soplan aires de renovación de unos de los problemas más antiguos de nuestra sociedad y que aparece en todos los diagnósticos, encuestas y estudios nacionales e internacionales: la seguridad ciudadana y derrota del crimen organizado y el delito en el país.
Algunas novedades importantes en este proceso en las últimas horas incluyen entre otras:
Este paso es esencial para cualquier cambio que se introduzca en el cuerpo policial, porque es la garantía, junto a los recursos presupuestarios, para que la reforma sea sostenible en el tiempo y la ciudadanía pueda observar la modificación de la conducta policial en los distinto escenarios de su labor y sobre todo en los estilos y prácticas de su relación con las comunidades.
Al mismo tiempo se están produciendo reuniones de coordinación entre el Coordinador del proceso de Evaluación del desempeño de los agentes policiales con las organizaciones de la cooperación policial de España, Colombia y otros países, que aportarán recursos y experiencias para este trabajo.
Según lo que se ha comunicado esa comisión debe elaborar los términos de referencia para que el equipo evaluador garantice una correcta evaluación de las competencias, trayectoria de servicio e idoneidad de todos los agentes policiales y pueda recomendar al Presidente de la República las acciones que sean necesarias.
Como esta labor puede implicar que algunas personas no puedan mantenerse como agentes dentro de las filas policiales, se requiere que esta evaluación sea realizada con el máximo de profesionalidad, responsabilidad y objetividad, de forma que nadie, que llene los requisitos y criterios, sea separado de su trabajo, ni tampoco que personas que no los reúnen permanezcan vistiendo el uniforme policial que el pueblo les ha entregado.
Lo importante es que esos procesos se lleven a cabo con el máximo de prudencia, inteligencia, profesionalidad y firmeza, para que retorne la confianza ciudadana en su policía y se establezcan nuevos vínculos de colaboración y trabajo entre cada policía y los ciudadanos.
Señoras y señores:
Estamos aquí ante ustedes para decirles que todos los miembros del Grupo de Trabajo estamos comprometidos con esta misión y que creemos que no es posible una reforma, transformación o modernización de la Policía sin la participación de la ciudadanía.
Todo lo que hemos realizado ha sido pensando en sus reclamos históricos, en la necesidad que tenemos de paz, convivencia pacífica y armonía en la sociedad. Por eso les pedimos a ustedes que desde sus organizaciones sociales y comunitarias se unan a esta causa y persistan en ella hasta que logremos una policía moderna y digna de nuestra democracia.
Vamos a apoyar a esa policía que debe surgir, con los buenos agentes que existen, que son muchos, para que los episodios de dolor que han ocurrido en el pasado, se superen y podamos reconciliarnos entre todos y construir barrios, ciudades y un país con seguridad y paz.
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